miércoles, 25 de mayo de 2016

LA TEMIBLE ESPIGA, UN PELIGRO PARA TU PERRO

En ésta época del año, las espigas son abundantes en zonas campestres pero también están presentes en parques urbanos. Son semillas que se desprenden de la planta y pueden clavarse en zonas sensibles de tu mascota como ojos, nariz, oídos  o patas provocando diversas infecciones o inflamaciones.  Desde el Consultorio Veterinario Granero del Gállego, queremos advertiros de esta molesta semilla que puede causarnos un disgusto si no ponemos remedio a tiempo.
Por eso, si solemos pasear a nuestra mascota en lugares donde abundan las espigas, es aconsejable cortarles el pelo y hacerle una revisión en casa después de cada salida. Si observamos alguna espiga clavada y no podemos extraerla o sospechamos que puede haberse introducido en oído, nariz u otro orificio tendremos que llevarlo rápidamente al veterinario para que la extraiga cuanto antes.

 
Espiga clavada en oído
Las espigas, debido a su especial diseño puede avanzar y penetrar en su piel, entre los dedos o en sus orificios naturales llegando a producirles heridas graves e infecciones. Si observas un comportamiento anómalo en tu perro después del paseo puede que se trate de una espiga oculta en alguna zona de su cuerpo. Algunas señales que nos muestra nuestra mascota son:  estornudos con fuerza y se frota el hocico con las patas, lamerse las extremidades insistenemente, movimientos bruscos de cabeza de un lado a otro, ojo cerrado e inflamado...
En el Consultorio Veterinario Granero del Gállego queremos transmitiros lo importante que es acudir de urgencia al veterinario para empezar el tratamiento adecuado cuanto ántes. Estaremos encantados de resolver vuestras dudas a través de nuestro blog en: http://www.consultorioveterinariogranerodelgallego.com
También podeís llamarnos al 685 373 411 y pedir vuestra cita para asesoraros ante cualquier duda que os surja acerca de vuestra mascota.
Alguna pregunta, déjanos tu comentario.


¡MÁS VALE PREVENIR QUE CURAR!


lunes, 16 de mayo de 2016

LA PROCESIONARIA, UNA ORUGA MORTAL PARA NUESTRA MASCOTA

En esta época del año, es muy habitual encontrarnos con las orugas de la procesionaria en los jardines y zonas de pinares. En el Consultorio Veterinario Granero del Gállego queremos explicaros brevemente el peligro que supone esta oruga para nosotros y nuestras mascotas.
Las orugas de la procesionaria son muy peligrosas para el perro ya que son altamente tóxicas. Su nombre viene por su forma de moverse en el suelo en fila india, simulando una “procesión”.
Se trata de una intoxicación estacional que se produce en primavera, sobre todo entre abril y junio que es cuando las orugas son mas activas y frecuentes en el suelo de zonas dónde hay pinos como parques y bosques.



Oruga procesionaria del pino
¿Cual es el peligro si mi mascota se intoxica por una oruga?
La superficie del cuerpo de la oruga está recubierta por miles de  pelillos urticantes. Cuando nuestra mascota contacta con estos pelillos liberan sustancias tóxicas produciendo una urticaria más o menos grave dependiendo de la zona del cuerpo y de la reacción alérgica del propio animal. Así pues, observaremos que el animal intenta rascarse desesperadamente la zona afectada que se encontrará hinchada, enrojecida y con ampollas. Si además nuestro amiguito lo ha querido probar la hinchazón de la lengua puede producirle un grave problema respiratorio e incluso la asfixia al pasar por la laringe. El animal babeará de manera exagerada y vomitará. La lengua puede acabar en una necrosis, más frecuentemente en la punta, donde se observa una gran mancha blanca.
Y todavía más grave si lo introduce en la boca, el esófago y  llega al estómago, pudiendo producir un cuadro alérgico mortal.
En el Consultorio Veterinario Granero del Gállego queremos transmitiros lo importante que es acudir de urgencia al veterinario para empezar el tratamiento adecuado cuanto antes. Estaremos encantados de resolver vuestras dudas a través de nuestro blog en: http://www.consultorioveterinariogranerodelgallego.com
También podéis llamarnos al 685 373 411 y pedir vuestra cita para asesoraros ante cualquier duda que os surja acerca de vuestra mascota.

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Animó, cuéntanos tu experiencia o cualquier duda que tengas.

sábado, 7 de mayo de 2016

¿CONOCES LA PERITONITIS INFECCIOSA FELINA?

La Peritonitis Infecciosa Felina (PIF) es una enfermedad producida por un virus que afecta a los gatos. Es compleja tanto en su diagnóstico como en su manera de comportarse, y casi siempre es mortal.
Por este motivo, desde el Consultorio Veterinario Granero del Gallego hacemos hincapié en la importancia de estar bien informado y prevenir la enfermedad.

¿Cómo se produce el PIF?
El virus que produce PIF se llama FCoV: feline coronavirus.  Es un virus ubicuo entre la población felina. Se trata de una mutación del coronavirus entérico felino (FECV) que está presente en el sistema digestivo de más del 80% los gatos, pero sólo en algún caso muta y desencadena la enfermedad.

¿Qué gatos se ven afectados?
El PIF afecta a gatos de todas las edades siendo más frecuente en gatos jóvenes y en gatos de raza pura. El motivo de la mutación viral no se sabe con precisión, pero sí se conocen varios factores de estrés que unidos a una respuesta inmune inadecuada, parecen influir como son, el realojo del animal, una cirugía , una vacunación ó la presencia de enfermedades concurrentes .

¿Cómo se transmite el PIF?
La transmisión del virus sigue la vía feco-oral, es decir,  sale al medio ambiente en las heces y los gatos al acicalarse lo ingieren.

¿Qué síntomas se observan?
Las manifestaciones clínicas son diversas y al principio son inespecíficos y vagos, como fiebre, pérdida de peso, letargia, diarrea, temblores...
Existen dos formas de PIF, la seca y la húmeda.
La forma más clásica es la húmeda, en la que observamos que acúmulo de líquido las cavidades del cuerpo, sobre todo en el abdomen.
La forma seca  también se centra en el abdomen, pero afecta a más órganos como los ojos y el sistema nervioso central.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad?
El diagnóstico de modo serológico es virtualmente imposible ya que el test no distingue entre FECV y FIPV.  El veterinario tendrá que realizar un examen exhaustivo para hallar signos determinantes: análisis del líquido de las cavidades o radiografías apoyado por análiticas de sangre.

¿Cuál es el tratamiento para esta enfermedad?
Es una enfermedad que no tiene cura y en el 95% de los casos acaban muriendo.
Si un gato con PIF presenta síntomas moderados y parece no progresar la enfermedad, se puede mantener médicamente mitigando los síntomas y, proporcionándole descanso, evitando actividades estresantes y aportándole una dieta alta en proteínas. Incluso así, la mayor parte de gatos con PIF mueren.

¿Cómo podemos prevenir esta enfermedad?
Al tratarse de una infección endémica, y considerando que su vía de contagio es feco-oral, podemos intentar evitarla con medidas de manejo basadas en la higiene del medio donde viva el gato, e impedir el encuentro con gatos susceptibles de tener el virus (callejeros, de albergues, de criaderos...) así como el contacto con los alimentos, agua, arena o suelo de dichos animales.

¿Existe vacuna contra el PIF?
Existe una vacuna contra el PIF, basada en virus vivos (Primucell FIP). Esta vacuna tiene una tasa de éxito variable, pero es recomendada en gatos nuevos y sanos que introduzcamos en nuestro hogar. La vacuna se aplica por vía nasal en gatos con una edad mínima de 16 semanas , siendo necesaria la inoculación de 2 dosis con un intervalo de 3-4 semanas.

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